Mi visita a F. fue muy relajante, entusiasmante, divertida, futurista. Le conté cómo me había ido en Wayqecha en la primera salida y nos divertimos mucho; había mucho de qué conversar.
Llegamos a muchas conclusiones, algunas salieron de Wayqecha (por más lindo que sea el paisaje, etc., uno necesita su dosis de ciudad. Tanta lindura cansa jaja!) y otras que salieron de otros temas.
En si, de lo que más hablamos fue que la gente en el Perú es drogadicta, no puede con su adicción a la adrenalina.
Y eso por muchos motivos. La mayoría de gente llega tarde a todos lados, por el simple hecho de necesitar estar con el tiempo apretado, para recién apurarse y tomar acción (el rush adrenalínico) pero dando como resultado el llegar tarde.
Muchas mujeres se enamoran del "pendejo", de ese que podría estar sacándole la vuelta con cualquiera... entonces en varias ocasiones del día se pregunta: ¿dónde estará? ¿con quién estará? ¿realmente estará donde dice que está? (rush adrenalínico again). Pero cuando viene un chico bueno, es un "tonto", y ni bola le dan.
En fin, miles de ejemplos como la gente necesita de su dosis de adrenalina, si no, no funciona, o no hace las cosas bien.
Yo no quiero necesitar de ese rush, no quiero ser drogadicta, no quiero sentir la adrenalina para funcionar. Por suerte, me parece que no lo he necesitado, y espero no depender de eso nunca. No necesitar sentir que el tiempo apremia, ni que algo me persigue la mente para funcionar bien. No quiero.