No soy una tonta

Hoy le dije a F.: Disculpa por llegar tarde, es que estaba viendo mi mail como una tonta, esperando una respuesta.

F. me dijo: ¿Y por qué como una tonta? Dije "como una tonta" porque si, por decir. La verdad es que ni lo pensé.

.... !!!

No sabía realmente por qué le dije "como una tonta". Y es que esa fakin frase ha sido como una muletilla, un decir. "Me siento como una tonta", "Estuve esperando como una tonta" y etc., etc. "como una tonta"...

Toooodo tonta tonta tonta tonta y más tonta.

Pero ya no. Ya no más. No más tonta. ¿Por qué, no? No tiene sentido. Bueno, lo tuvo, por razones mayores, muy fuertes, pero ya no tiene sentido. Y nada... ya nunca más "como una tonta".

Me he comprometido recontra fuerte conmigo. Desde hoy. Resultado de un gran análisis. Y ese compromiso marca nuevos aires. Y va a ser muy bueno. Ya lo empieza a ser, es más.

La conclusión de hoy entonces: Todo bien. Todo comienza bien.

Ps: Aún sigo esperando, recargando mi mail 80 veces... pero ya no como una tonta. Simplemente ansiosa, nerviosa, porque de esto dependen mis próximos planes... pero nada. Será lo que tenga que ser. Esperaré. Y sabré. Y planearé, de una u otra manera :)

Los pesos inútiles van cayendo al lado del camino. Y yo camino adelante. Cada vez más ligera.

Fui donde F. el lunes. ¡Qué hora tan liberadora! No creí que podía hablar tan rico y con tanta confianza con F. Bueno, a F. yo ya lo conocía de antes. Desde niña, sabía quién era. Todo vestido de blanco.

Sólo tuve un único encuentro directo con él cuando volví a Perú luego de vivir un año en Alemania. Estaba medio en shock, recuerdo. Y verlo esa vez, fue super bueno. Tranquilizó muchas cosas en mi. (No sé por qué no lo seguí viendo... en fin, todo pasa por algo).

 

Es muy interesante analizar distintas cosas con este ser humano tan especial. Ahora es diferente. Cuando lo visité aquella vez, tenía 21 años. Ahora tengo casi 26. Creo que ya soy una mujer, soy una adulta. De hecho con muchísimo que aprender, pero ya no soy una niña. Y tengo mi percepción del mundo y de las cosas bastante claras, forjadas por mis experiencias hasta ahora.

Me da mucha curiosidad cómo resultaré de esto. Por la disposición con la que voy a ver a F. Porque soy YO la que ha decidido enfrentar todas estas cosas, que iba arrastrando desde hace años y que me hacían caminar más lento, cansándome, haciéndome renegar, frustrándome. Llegó el día en que dije: "Basta". Ya no quiero cargar todos estos cachivaches, que me lastiman tanto. Es tiempo de quitarme esos pesos.

Y es tan real. No me imagino el sobrepeso que aún cargo. Ni me interesa. Lo único que se es que estoy en un proceso de "bajar de peso" cada semana. Y este lunes salí a hacer mis cosas con 5kg. menos (por lo menos!).

Y lo mejor de todo, es que no será una visita de una única vez, como aquella vez cuando tenía 21. Me encontraré con F. hasta que llegue el día que sólo tenga que cargar mi peso. Así será. Ya comencé botando un costal de 5kg. Pásame, pásame otro costal inútil. Lo dejaré al lado, luego de haberlo entendido y despedido como es debido. Y así con cada costal. Hasta encontrarme nuevamente, yo. Yo sin costales. Solo yo con mis pies. Caminando ligera. Con el equipaje necesario.

Fierro trips

Durante mi estancia en Ucayali, monitoreando por aquí y por allá nos trasladábamos de punto a punto en helicóptero (fierro, pájaro, toco-toco, etc.).

"El Fierro" venía por nosotros al día siguiente del último día de muestreo. Y era toda una experiencia subirse en el! Primero, debíamos tener nuestras cosas a la mano, y si eran livianas, cogerlas firmemente, ya que podían salir volando por la fuerza del aire empujado por el helicóptero.

Luego, cuando nos daban la indicación y la hélice hubiera bajado las revoluciones, subir, por la parte delantera, de manera que el piloto nos viera.

Toco-toco view.

Y una vez arriba, el fierro despegaba, y nos íbamos separando del suelo. Una sensación indescriptible, uno se siente un poco soldado. Con la adrenalina a full. Para luego observar todos los árboles majestuosos, desde arriba. Como una alfombra verde gigantesca, con pintas amarillas, por ahí rojas. De árboles distintos. Con ríos serpenteantes que se abren camino entre ellos.Una visión totalmente quita-aliento.

Ya luego de la primera vez, la emoción no era tantísima, pero igual era bonito subir al fierro. De cierta manera sentía como si nos rescataran del punto de muestreo. Sentía que no nos tenían olvidados.

El toco-toco, sin embargo,  viene a recogerte, dependiendo del clima. Si llueve, o si el cielo está oscuro, olvídate. Te quedas esperando un día más. Con las cosas empacadas, sólo tienes tu carpa y tu mochila con las cosas más importantes. Lo más que tuvimos que esperar fueron 5 días. 5 DÍAS!!! (experiencia que contaré en otro post, lo amerita...)

Pero bueno. El toco-toco era nuestro taxi en la selva. Nuestro transporte de punto a punto. Nuestra visión de la selva desde un punto increíblemente privilegiado.

Uno se siente especial de tener la oportunidad de ver toda la majestuosidad de la selva desde el cielo. Porque es una visión completamente diferente. Se percibe la magia de la selva desde otra perspectiva. Y es una magia distinta. Hermosa.

Semana crucial! (más nerviosss)

Esta semana que viene me tiene los nervios de punta... y eso que todavía no ha comenzado! Estoy redactando lo último de mi proyecto y lo presento en estos días. Y de ahí, ¡a esperar! ¡Qué nervios, carajo!

Pero nada, por otro lado soy consciente de que me puede salir, como no. Y si no, tengo un plan B, jeje. Siempre hay que tener un plan B bajo la manga.

Pero por mientras, tengo todas todas las ganas y fe en mi. Si se puede. Al menos si se puede intentar. De ahí, pasará lo que tenga que pasar. Y lo que pase será bueno. Lo sé lo sé lo sé.

Difícil (pensamientos un poco desordenados)

Trato de despejar mi mente, pero a veces (bueno, muchas) no puedo. Tengo, además, proyectos pendientes y debo concentrame. Pero hoy me es muy difícil. Hay muchas cosas en mi entorno que me distraen, que me arrancan del punto de concentración, cuando más lo necesito. Sé que debo luchar contra eso por MI.

La próxima semana es crucial, en muchos sentidos. Estoy un poco ansiosa. Pero a la vez feliz, porque se que estoy haciendo todo lo que tengo que hacer, para salir de esta situación tan limbosa emocionalmente. Mierda, quiero que sea el día "tal" por fin. F. será super clave en este proceso. Y tengo que aprovecharlo, poner todísimo de mi parte.

Hoy es un día que marcará un poco pautas para la otra semana. Así que a concretar. Ahora a darle palante. Sin detenerme. Sin mirar atrás. Not now. Defrente. Si... defrente.

Bueno, los dejo con una canción de Macaco, precisa para estos momentos. Últimamente este grupo me dice mucho, me habla directo al corazón. Con frases precisas: "Con la mano levantá, al pasado le digo adiós, y el futuro que vendrá, dicen que pende de un hilo..."

Así es... pero si no pendiera de un hilo... no sería interesante! Vamos, vamos a descrubir ese futuro que vendrá, conforme se vaya manifestando.

Primer paso: Check!

Empezando a ordenar el desastre...

U: ¿Aló? ¿F.?

F: Si, hola, ¿quién es?

U: Hola! Soy U. la hija de B. ¿Te acuerdas de mí?

F: Claro! ¿Cómo estás?

U: Ahí, ahí, avanzando. Por eso te llamo, para seguir avanzando.

F: (risas) Ok ok! Entonces, ¿cuándo nos vemos?

U: Bueno, primero debemos hablar de precios, ¿no? ¿Cómo es la nuez?

F: Bueno, yo a la gente externa les cobro 123 y a los conocidos 456.

U: AAAAASUUU.... ¿123? y ¿456? Mmmm yo no podría pagar eso. Mira, ahorita estoy dando unas clases, chambeando un poco por ahí, pero estoy más concentrada en lo que es mi tesis, y como te imaginarás, no estoy en condiciones de pagar eso... pero creo que con esfuerzo podría pagar 23.

F: Perfecto! Entonces no 123, será 23 entonces. ¿Quieres empezar ya ya?

U: Uy, eso sería buenísimo. 

....(quedamos en una fecha, luego de tantear horarios, incluyendo las 2am del viernes... y F. hablaba en serio...!)...

F: Listo! Entonces nos vemos el día "tal" a la hora "cual". Te espero entonces.

U: Muchas gracias F.! Entonces nos vemos el "tal". Muchas gracias de nuevo!

Y ya está... Así de simple, con sólo marcar 9 números y hablar. Quedar. Decidirme a hacerlo de una buena vez. Ahora si empieza lo bueno. Estoy ansiosa porque sea el día tal. Porque F. será el motor que me de el empujoncín para que recoja mis libros de a pocos; será la Sofi que tenga la pinza en la mano para sacar a los gusanos, luego de yo poner de mi parte. (Y si, gracias F. también por cobrarme 23 en vez de 123 ;)

Nerrrrvios! (Proyecto de tesis...)

Tengo que escribir mi proyecto de tesis. ¡Y me muero de nervios! Qué responsabilidad... es una carga muy pesada. Y me llena de incertidumbre muchas cosas con respecto a ella, me invaden demasiados miedos e inseguridades... ¿La haré aquí? ¿O me arriesgo a postular a la otra opcion, que puede ser muy probable? Pero si quiero tener (quizás) esa increíble oportunidad, tengo que apurarme y decidirme a terminar de escribir YA!! No pierdo nada. Y tengo fecha límite y creo que TENGO que hacerlo. Por mí misma. Interntarlo al menos. No pierdo nada. Yo puedo. Yo puedo. ¡¡YO PUEDO!!

Concentración: ven a mí. Veeeeeen!! ¿No escuchas que te llamo y te necesito? CONCENTRACIOOOOOOON!!!

Ah, y pensamientos que no incluyan mi proyecto de tesis, VAYANSE!!!  No los necesito ahora, ¿no se dan cuenta que me estorban? CHAUUU!!!

Sututo de huésped

Estoy de vuelta hace un mes aproximadamente de la selva, y sin darme cuenta me traje algo más que experiencias, reflexiones y vivencias a Lima.

Y si, resulta que tengo un simpático tornillo (sututo, gusano de monte, whatever...) en mi cuero cabelludo. Tan linda yo, creída que era una bola de grasa que no le hice caso hasta hace un par de días, en el que vi, en la "bola de grasa", un agujero (por donde mi querido huésped sale -aún- a respirar).

Estoy en proceso de asfixiarlo, tapándole la entrada de aire. Si no se muere hasta mañana, iré al doctor para que lo ponga de patitas en la calle. Es curioso, y será simbólico también, porque tengo que sacar cosas también, que están dentro de mi.

Así que nada, a sacar el gusano, de una buena vez! Hace un mes que estaba ahí, y es hora que se vaya. Rait nau!

Don't stop. 'Palante!

Me olvidaba! Esta canción de Fleetwood Mac complementa jodidamente bien mi post anterior. It'll be, better than before! Acá les copio la letra, para que se refresquen un poco con el contenido, así como yo lo hice. :)

If you wake up and don't want to smile,
If it takes just a little while,
Open your eyes and look at the day,
You'll see things in a different way.

Don't stop, thinking about tomorrow,
Don't stop, it'll soon be here,
It'll be, better than before,
Yesterday's gone, yesterday's gone.

Why not think about times to come,
And not about the things that you've done,
If your life was bad to you,
Just think what tomorrow will do.

Don't stop, thinking about tomorrow,
Don't stop, it'll soon be here,
It'll be, better than before,
Yesterday's gone, yesterday's gone.

Don't stop, thinking about tomorrow,
Don't stop, it'll soon be here,
It'll be, better than before,
Yesterday's gone, yesterday's gone.

Don't you look back,

don't you look back.

El estante de libros se cayó

Al terminar la universidad, un huracán vino a mover todo en mi vida. ¿Dónde carajos haría mis prácticas preprofesionales? (en biología no es tan fácil encontrarlas...) ¿En qué trabajaría? ¿Qué sería de mi nueva vida, -chau estudiante- - hola desempleada- etc. etc. etc.

Todas estas y más preguntas, iban llenando un montículo inmenso bajo la alfombra de "deja los problemas para después".

Para darle de comer aún más al montículo, mi vida personal era como un vaso de cristal sobre una torre de jenga. Sentía que estaba inestable, y que en cualquier momento se haría añicos; mi chico y yo teníamos problemas que también los íbamos metiendo debajo de la alfombra, dándole de comer a este monstruoso montículo debajo de ella. Cada vez éste iba haciéndose más y más grande, hasta que llegó a amenazar la estabilidad del "estante de libros" de mi vida.

En ese momento, el estante se vino abajo. Con libros como: "trabajo", "amor", "estabilidad emocional", "N." entre otros. Todos desbaratados en el suelo, y el estante caído. Yo estaba parada, simplemente los miraba. Los miraba y no hacía nada. Me decía: "Ups, ¡se cayeron!" Y continuaba mirándolos, cruzada de brazos, contemplando el desastre.

Sin embargo, ya llegó la hora de poner manos a la obra. De levantar esos libros, hojearlos y acomodarlos nuevamente en el estante. Por lo pronto ya levanté el estante del suelo (que es un paso muy grande). He tomado conciencia de que hay que arreglar el desorden, levantar esos libros de una buena vez. Y en esas estoy. Todo irá acomodándose, conforme yo vaya recogiendo los libros, uno a uno. Y tomará el tiempo que tenga que tomar. Y continuaré, avanzando, con mi vida, con mis proyectos, con todo. Mirando atrás, para aprender de los errores, pero sin lamentarme nada, sin aferrarme a nada. Simplemente seguir adelante. Lo que venga será lo que tenga que pasar, y lo aceptaré con una sonrisa. Y colocaré nuevos libros en el estante, en MI estante.

Y no debo olvidar, claro está, de siempre pasarle la franela a los lomos de todos los libros que habitan en el estante. Y nada, seguir para adelante. Con la frente en alto, y preparada, dentro de lo posible, para recibir lo que esté por venir.

Vida nueva - Ya no soy una universitaria

Comenzando este año me topé con la vida: dura y cruda. Ya no me llegaría un mail con el cronograma de matrícula de la universidad, ya no pensaría qué cursos llevar. Mi vida universitaria se acabó y me topé cara a cara con la vida real: Desempleada y sin experiencia :(

Por cosas de la vida, se me presentó la oportunidad de hacer mis prácticas en la selva. En un lugar alejado de todo, aprendiendo, en esta oportunidad, un poco del mundo de la Herpetología (anfibios y reptiles).

Vivir un mes alejada de todo, sin comunicación alguna y teniendo solamente a la naturaleza y a tus compañeros de trabajo al lado cambia algo dentro de ti; las experiencias que se viven, las reflexiones que haces... Y ésta, sobre todo por ser mi primera vez fuera, me dio un revolcón de emociones y percepciones, que iré contando, de a pocos.

Quizás mi chico fue el que más sintió mi partida. Fue toda una revolución de emociones el volver... sin embargo, todo va volviendo a su cauce. Bueno, no volviendo, pero acomodándose, amoldándose a esta nueva persona con nuevas percepciones del mundo. Y es refrescante, nuevo, y me quita el aliento... y entonces todo lo que estuvo revuelto por un buen tiempo empieza a acomodarse, y todo empieza a recobrar el sentido... mi vida empieza a encontrar su rumbo.

Esta es una de las imágenes de las que disfruté durante mi viaje.
Viaje en Peque en el río Abujao, atardeciendo.