Cuando llegamos al tercer punto de muestreo, a todos nos chocó lo que vimos. Para comenzar, cuando estábamos aterrizando, nos dimos cuenta que el campamento estaba a unos 200 metros del helipuerto. Bueno, a caminar, a cargar todos los bultos...
Pero al bajar... nos dimos cuenta que todo estaba enlodado! Cada paso resbalaba, se atracaban las botas en el barro... Y así comenzó nuestra estadía en el "Campamento del infierno" o mejor dicho el "Campamento de mierda".
Cosa que no estaba lejos de la verdad ya que, como en este lugar llovía mucho, y el campamento estaba en una zona un poco baja, el agua se empozaba. Y obviamente el agua empozada olía mal (a mierda). Y habían mil bichos. Más de lo normal. Me acuerdo que R. dijo: Pucha, acá de hecho nos da dengue, uta, pero de que nos da algo, nos da algo! Ja-ja-ja. Había que reírse un poco de la situación.
Ese día que llegamos, comí muchos caramelos de limón de mis provisiones... le dí un buen bajón, porque necesitaba algo dulce, para ver todo con mejor cara.
En fin. Los muestreos eran agotadores, sobre todo por el esfuerzo que teníamos que hacer al caminar por la trocha... Haciendo fuerza en cada paso para sacar la bota del barro, resbalando, levantándonos... Horas caminando, día y noche...
Lo peor no fue eso, no. Uno se acostumbra, el cuerpo se acostumbra al esfuerzo físico y ya no es tan terrible. Además, todo se compensa con los animales increíbles que ves, los ruidos que oyes, los cantos...El gran esfuerzo físico pasa a segundo plano. Uno ya se olvida.
Lo cosa se empezó a complicar cuando a este punto llegaron unas 50 personas más (todos hombres, en nuestro grupo de 17 éramos 3 mujeres...). Tuvimos que trasladarnos un poco más allá del campamento inicial, pero la densidad de gente hacía todo más tenso, más difícil de llevar.
Hasta que por fin llegó el día de traslado. Muestreo terminado, mochilas hechas. Todo listo para ser trasladado... Las mochilas, y todos los implementos del campamento ya estaban en las shinguras (unas mallas grandes que carga el helicóptero, suspendidas en el aire hasta el siguiente lugar de muestreo).
Si, todo listo, pero el helicóptero nunca vino ese día...ni el siguiente, ni el día después del siguiente... (continuará en "La espera...")
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